Meditar
- Ana Ricci
- 8 abr
- 2 Min. de lectura
La meditación no es un estado reservado a quienes han alcanzado la perfección, ni una técnica rígida para “controlar” la mente. Meditar es, simplemente, volver a estar con uno mismo, con honestidad, con apertura, con presencia.
Es un acto de regreso al ahora, a este momento tal como es, sin pretensión de cambiarlo ni mejorarlo. Es aprender a habitar la vida con más conciencia, con menos juicio, con más espacio interno. Meditar es detenerse y escuchar, no solo lo que pasa afuera, sino sobre todo lo que se mueve adentro: pensamientos, emociones, respiración, sensaciones, pulsos sutiles del alma.
No se trata de vaciar la mente, sino de relacionarnos con lo que pensamos de otro modo. Observar sin aferrarse. Dejar pasar sin rechazar. Aceptar sin resignarse. Es una práctica de intimidad con la propia experiencia.
Y meditar no siempre es sentarse en silencio con los ojos cerrados. Podemos meditar mientras lavamos los platos, mientras caminamos, mientras regamos una planta o servimos un té. Meditar es estar ahí, del todo y con todo. Poner el cuerpo, la respiración y la atención en el momento presente. Es hacer lo de todos los días como si fuera la primera vez, con delicadeza, con gratitud, con alma. Es cultivar un tesoro interno, que solo nos pertenece a nosotros. Es una version de nosotros mismo con capacidad de ayudarnos a nosotros mismos. Es yo y yo.

Con el tiempo, la meditación se vuelve un lugar interno al que siempre podemos volver. Un refugio que no aísla, sino que conecta. Una pausa que no escapa, sino que ilumina.
Nos ayuda a ver con más claridad, a reaccionar menos y responder más desde lo esencial. A encontrar calma en medio del ruido, a sentir el cuerpo como hogar, a abrazar lo que sentimos sin huir.
Meditar no es lograr nada. Es permitirse ser.
Es una forma de cultivar la conciencia, de recordar quiénes somos cuando estamos en silencio… o incluso cuando estamos haciendo lo más simple. Y desde ese lugar, mirar el mundo con más compasión, más suavidad, más verdad.